Navidades en Biar
Tiempo de pasar unos días en el pueblo con la familia y el turrón. El jardín está en pleno invierno, umbrío y lleno de hojas secas, pero dentro de casa, gracias al calor de los radiadores y del vino, mantenemos el frío detrás de las puertas.
Me gusta salir a media mañana, con un grueso abrigo, y pasear bajo el sol de invierno. Sentir su calor y al mismo tiempo estremecerme ante la menor racha de aire helado... es un contraste delicioso.
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