Miller habla con Brassai
Nosotros dos mantuvimos conversaciones sobre Goethe, sobre Nietzsche, sobre otros autores. Me llamaba la atención el hecho de que Miller se interesaba menos por el sentido del libro que por lo que este despertaba en él, Su lectura era profundamente impresionista. Confesaba abiertamente que "el sentido de las palabras había perdido toda importancia" para él. Más que el contenido, lo que importaba era el "encadenamiento musical de las palabras", el latigazo que su imaginación podía recibir. A veces una idea, una frase, una sola palabra leída en un libro, le ponía en un extraño estado de excitación. Afirmaba que la "evolución creadora" de Bergson lo había influenciado profundamente. Pero también confiesa sinceramente que no había comprendido nada. Fue la palabra creadora del título, lo que ejerció sobre él una atracción irresistible mágica, esta palabra se convirtió para él en un arma, un talismán, un instrumento de defensa. "Me da el valor para soportar la soledad y me permite apreciar el desierto".
2 comentarios:
ay, qué de recuerdos!! gracias por hablar de Miller, que frase!! has leído Días tranquilos en Clichy? me encanta, claro he vivido por ese barrio.... jeje cuídate, a ver si te llamo y nos tomamos una birra. mil besos
Te llamo este fin de semana y charlamos! No he leído Dias tranquilos en Clinchy... pero tomo nota!
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