La Copa de las 100 Guineas

El otro día, trabajando, pude fotografiar este fantástico velero, un 12 metros similar a los que compitieron en La Copa América entre 1958 y 1987. La Copa, y todo lo que la rodea, tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero es indudable que todo lo que tiene que ver con el mar, los barcos y la competición me resulta muy atractivo. Este es el torneo en activo más antiguo del mundo, con un historia larguísima y de una gran belleza... belleza, por otro lado, difícil de apreciar desde fuera, a través de la televisión o desde la lejanía que imponen las normas de seguridad... Claro, que si nos paramos a pensarlo, pasa lo mismo con muchos otros deportes...

En cambio, es algo mágico cuando estás en el mar y ves deslizarse silenciosamente uno de estos veleros, hinchados por el viento. En ocasiones se escucha el crujido del mástil, o de las velas, con un sonido que casi parece animal, como de un cetáceo. No quiero ni pensar lo que se debe sentir yendo encima...

Ahora lo único que falta es que haga viento, ya van cuatro días y me parece que aún no han podido salir a competir... ¡la naturaleza manda!