Cinco días en Lodz...
... y necesitando una cura de reposo. No hubo inauguración a la que faltásemos, no hubo evento en el que no estuviésemos, no hubo fiesta nocturna que nos perdiésemos. El grupo de fotógrafos españoles invitados por el Fotofestiwal hicimos muy buenas migas y lo pasamos en grande. El último día vimos amanecer (aquí amanece prontísimo) desde el balcón de un piso lleno de polacos y estudiantes extranjeros que celebraban una fiesta de los 60. No podíamos creer que de todos los pisos de Lodz hubiésemos ido a parar a uno que se asomaba directamente a nuestro Hotel, el Swiatowit.
También hicimos algo de turismo diurno, un poco torpes, intentando ver unas cosas y terminando viendo otras totalmente distintas, explicando a los taxistas donde queríamos ir o tratando entender la carta de un restaurante escrita exclusivamente en polaco y sin que nadie entendiese una palabra de inglés (ni nosotros una en polaco).
Ahora tan solo queda depurar la sangre durante unos días. Ver si los litros de cerveza y vodka se van filtrando y recupero un poco el ritmo de sueño. Mañana prepararé una crónica visual.
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