Restaurando una vieja Orbea
Estas últimas semanas por fin me lancé a una tarea largamente postergada, la restauración de una bicicleta clásica para el día a día de la ciudad. Había conseguido una vieja Orbea de los 60 por internet y, aunque funcionaba más o menos, me dispuse a desmontarla hasta la última pieza para limpiarla, pintarla y dejarla como "nueva"
El proceso está resultando lento y laborioso, pizas oxidadas que no hay manera de sacar, herrumbre en los cromados, desconocimiento general de la mecánica de la bicicleta... en fin! de todo! Pero también lo estoy disfrutando y nunca veré la bici de la misma manera después de esto.
El marco finalmente lo he dejado para pintar, aunque podría hacerlo yo... pero seguramente se iba a despintar a las primeras de cambio, así que mejor una buena pintura al horno bien resistente. Mientras tanto me enfrento a catalogar, limpiar y pulir ese deslavazado puzzle de piezas que han quedado diseminadas por casa.
1 comentario:
se ve estupenda.
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