Carros de Foc - día 3

Nos levantamos al amanecer, nuestros biorritmos se van adaptando poco a poco al ciclo solar y salimos al exterior casi al mismo tiempo que el sol. A estas horas el paisaje del día anterior toma una nueva dimensión, la luz se cuela por el valle que recorrimos ayer, delante de nosotros nos espera el sendero que tomaremos hoy y que asciende aún sumido en sombras.

Los lagos y las rocas despiertan mientras nosotros comenzamos a estirarnos y damos los primeros pasos hacia las montañas. El sol sigue ascendiendo a nuestras espaldas, hasta que finalmente nos alcanza en lo alto del collado. Todo brilla intensamente con los primeros rayos de luz, un nuevo valle se abre ante nosotros al otro lado... Parece que hoy será otro día maravilloso, aquí arriba, en el paraíso.