¡Qué Dios te proteja, viejo! Tus pensamientos han creado en ti otro ser y un intenso furor hace de ti otro Prometeo, un buitre te roe eternamente el corazón, un buitre que no es más que el ser que tú creaste.
"Cada vez que me sorprendo poniendo una boca triste; cada vez que en mi alma hay un nuevo noviembre húmedo y lloviznoso; cada vez que me encuentro parándome sin querer ante las tiendas de ataúdes [...] entonces, entiendo que es más que hora de hacerme a la mar tan pronto como pueda."
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"Cada vez que me sorprendo poniendo una boca triste; cada vez que en mi alma hay un nuevo noviembre húmedo y lloviznoso; cada vez que me encuentro parándome sin querer ante las tiendas de ataúdes [...] entonces, entiendo que es más que hora de hacerme a la mar tan pronto como pueda."
(Maravillosa esta doble página)
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