Mudanza, mini-vídeo

Ya estoy en Madrid. Después de tres días de recoger y empacar, dejé la casa medio vacía, hecha un desastre y ya empiezo a hacer una lista de las cosas que he olvidado. ¡Pero no pasa nada! Está todo calculado, después de Fallas volveré para dejar la casa bien ordenadita y hacer un segundo viaje con más cosas.

Desde luego en este viaje no habría podido llevarme nada más, Leo vino a ayudarme y es testigo. Bajamos maletas, cajas, bolsas y paquetes y empezamos a meterlo todo en el coche, hubo un momento de pánico en el que parecía que era imposible que cupiese todo, ¡pero al final lo conseguimos! Leo tenía miedo de que, al entrar yo, el coche reventase, saliendo disparado por las puertas todo lo embutido al milímetro.

En Madrid me esperaban Catali y Juan. Aquí fue más fácil, teníamos carrito y ascensor. Aprovechamos que subíamos mis cosas para bajar las de Catali (me quedo su piso). Mucho más tarde, agotado y de vuelta en casa tras dejar el coche en el garaje de Juan, abrí la bolsa de bienvenida que mi hermana me había dejado en la cocina... ¡qué hermana tengo! Allí estaba todo lo imprescindible para empezar con buen pie: madalenas, chocolate, cerveza, café, papas, huevos, pan...